Tipo de obra: PinturaTitulo: El fantasma AzulAutor: Wolfgang Schulze (Berlín, 1913-París, 1951).1951. Museo LudwingCaracterísticas: 73 x 60 cm. Óleo sobre Lienzo.

A) Análisis técnico:El fondo se encuentra matizado por azul cyan en lo que podría considerase una monocromía, con pinceladas fuertes un tanto nerviosas, en la parte central de la composición se observa una figura redonda más oscura que el fondo, contiene cinco esferas manchadas de lo que parece ser un ocre quebrado que está “atravesado de pinchazos” alrededor se construyen pinceladas ocres, rojas, le sigue un juego de tres manchas verticales, la mayor de ellas sostiene a la figura redonda predominante. Podría pensarse que éste es el fantasma azul que da título a la obra, pero luego observamos un conjunto de pinceladas más nerviosas y sueltas de un azul profundo que rodean la parte derecha de la figura.B) Análisis simbólico:Wols es un artista representante de la angustia, el absurdo, la náusea, es la imagen romántica del artista de posguerra.Wols cambia objetos cotidianos por otros misteriosos e inquietantes, “como en una metamorfosis de Kafka”, en un mundo poblado de ojos, sexos, vísceras... absurdos y angustiosos.[1]“Michel Tapié, escribió de Wols que “él es el catalizador de una abstracción informal, antigeométrica, lírica y explosiva”.En su obra podemos observar que evoca líricamente formas orgánicas y paisajes urbanos imaginarios y transfigurados. Las formas orgánicas aluden a partes anatómicas, organismos microscópicos u objetos biomórficos. Los paisajes urbanos evocan arquitecturas y construcciones en escala diminuta: en cada trabajo, la imagen no se impone sino que emerge delicadamente”C) Análisis metafísico:Lo absoluto: La existencia. Cuando se habla de Wols, el arte está ligado a la revolución moral, [2]“en un mundo donde se aceptaban genocidios, no se podían dar “actos bellos de creación” Ya Sartre lo dijo: [3]“Como un ser humano y como un habitante de Marte, Wols intenta ver al mundo con ojos desafectos, en su opinión ésta es la única manera de dar a nuestras experiencias un valor universal”Considero que en el caso de Wols no se puede analizar una obra, mas bien, deberíamos acercarnos a su trabajo, a su vida, a su mente, a su época.Hablamos de un arte desarrollado entre y a finales de la segunda guerra mundial, en donde la situación era tan mala que los artistas se sentían libres de experimentar cualquier cosa por más descabellada que pareciera. Se comenzó a pintar sin trabas. “liberar a la mente humana de toda acción represiva”El existencialimo proporcionó la base teórica, “solo el hombre es el responsable de su destino, el lo tiene que rehacer para si mismo.”La tesis existencialista de que “ser es hacer” daba una justificación intelectual a la importancia del proceso más que al producto acabado. También estuvo la influencia de Paul Klee que daba un análisis freudiano a los sueños y combina un genio refinado con un carácter infantil.Lo particular: Wols impresiona por sus trazos, sus pinceladas confesionales, sus gestos amorfos, la nada que lo explica todo, lo enmarañado de sus ideas, la piel rasgada en gritos desesperados que pretenden aliviar la tensión, su acción un tanto lúdica en la que oculta sus palabras. Al juzgar una obra así, no se puede hablar de términos específicos como claroscuro, detalles, dibujo, ni siquiera de cromática. Nos enfrentamos a un trabajo con clara tendencia absolutista. La primera impresión del Fantasma Azul no es una sensación de belleza, ni siquiera de desagrado, es absoluta, de sorpresa, de extrañeza, de curiosidad, después de unos segundos, es inevitable transportarse a mil mundos lejanos, uno después de otro, puede ser que observemos un mundo desde arriba, un mapa de una isla, un gato súper infantil, un cráneo, un cáctus, y con cada imagen viene una historia, una personal, después viene la pregunta ¿Qué es lo que quiere decir Wols? ¿En qué mundo estaba cuando? ¿En donde está el fantasma? ¿Por qué pintar sobre un fantasma? ¿Qué sentía?Las respuestas claro, nunca podrán saberse, me conformo con suponer, con pensar en un Wols en silencio, con una mirada extraña, con apego casi obsesivo con las cosas… en un Roquentin.Intencionalidad: Su desapego por lo comercial del arte me hace pensar que su arte era una terapia, un escape, la búsqueda del objeto del deseo, a la manera mágica que utilizaron los hombres de las cuevas. *“No teníamos leña y no podíamos encender fuego, de modo que se sentó y pintó las dos cosas, leña y fuego” dijo su esposa.Sentido: Atemporal, con una fuerte carga existencial, el mundo natural y objetivo de Wols tiende a la metamorfosis, la mutación, la transformación y el extrañamiento, como resultado de un proceso de sucesivas invenciones.Portadora de la Verdad: No podría asegurarlo, más al observar no una, sino muchas de sus acuarelas, fotografías, oleos, solo se puede sentir autenticidad, originalidad, la marca única del “genio melancólico, silencioso, amable, muy sensible, abismado en pensamientos y meditaciones”.D) Análisis Ontológico:Elementos: Creador, Curador, Mercado, Consumidor“CREADOR”Categoría: CrearClases: Wolfgang Schulze alias Wols, es difícil de clasificar, históricamente es considerado como el [4]precursor del informalismo.Estructuras: Anterior al Informalismo, estuvieron los movimientos de vanguardia, cubismo, dadaísmo, surrealismo, etc. El informalismo que tuvo varias vertientes y nombres como expresionismo abstracto, action painting, tachismo, arte informal, etc., se origina en Francia, Alemania, Estados Unidos, para posteriormente volverse internacional. Después vendrán una serie de movimientos como el pop art, el neorrealismo, el op art, el minimalismo, lo conceptual etc.Relaciones: [5]El término informalista se adoptó para referirse a la abstracción lírica, opuesta a las tendencias más próximas al cubismo o al rigor geométrico del neoplasticismo o De Stijl. Buscan la autenticidad de la pintura, del puro acto de pintar, esto es, la caligrafía, las formas, la mancha y las texturas, huyendo de todo lo referente a la forma, a la voluntad formativa, a la estructuración preconcebida y racional. En definitiva, la expresión del mundo interior del artista. Se han buscado diferentes influencias para justificar su estética, todas ellas discutidas y discutibles, desde el automatismo surrealista hasta el nihilismo dadaísta. Lo que sí es claro y aceptado por todos es que el informalismo es un término que unifica en su misma imprecisión a unos autores preocupados por explorar la materia, incorporando el valor de la textura, abordando tanto las posibilidades expresivas de los graffiti como el grattage o el Action Painting.